miércoles, 8 de septiembre de 2010

Yo soy de la generación “Y”

Ciertas personas señalan que la generación “Y” la componen los nacidos entre los años 1982 y 1992, otros que son los de 1980 y 2000, pero dejando de lado las fechas, lo esencial de todo esto son los valores positivos, los comportamientos, las actitudes, las formas de ver la vida lo que hace que las personas compartan las mismas experiencias.
Las personas que nacieron en dicha época, han sido testigos de cambios importantes en la historia, tanto así que estamos viviendo en una de las épocas más cambiantes, desde que se jugaba con juguetes pintados con plomo, se jugaba en las calles donde se pasaban horas jugando con tierra, una época de muchos amigos en el barrio, sin duda, diferente a lo que hoy en día se puede apreciar con el computador o los juegos de video.
La mayoría de la Generación “Y” conoció los pañales de genero, aunque las madres sufrían cada vez que debían hacer un cambio.
La generación “Y”  nació en la época de los productos que no eran desechables, todo tenia arreglo y las cosas duraban años, tanto así que hasta la ropa era heredada entre hermanos, primos, o algún otro familiar.
Hoy en día, ha surgido la nueva generación, los “nativos digitales”, la generación “Z”, no sé si será la última, pero es claramente diferente a la nuestra.
La generación “Y” es una generación formada por personas optimistas, que buscan bienestar común, una generación llena de valores que busca su felicidad en el hoy.
Los generación “Y” tienen bien en claro que la vida no está hecha sólo para trabajar, sino que también buscan mantener relaciones personales, familia y amigos, de tal forma de dedicarse a todo lo que pueda brindarle placer.
Es increíble la forma en que los seres humanos pueden ser tan semejantes, no solo dentro de un país sino alrededor del mundo. La forma de ver el mundo está cambiando, y nosotros somos parte de ello.
La búsqueda de la eficiencia es primordial, ya no importa cuántas horas se trabaje, ahora interesa lograr los resultados en el menor tiempo posible, o sea optimizar el tiempo y dedicarlo a otras actividades. Se ha dejado de lado el impulso a hacer reuniones para todos los problemas, y de juntarse cuando no es necesario, ya que los “Y” están tan adaptados a la tecnología que hasta los más complejos trabajos los puede realizar utilizando los medios de comunicación, a menudo sin moverse de su escritorio.
Vivir con objetivos claros, buscar cosas agradables y tratar de trabajar en algo que esté acorde a las vocaciones y aptitudes, no en el trabajo que se da “por casualidad”. Precisamente hablando de lo laboral, se dice que es una generación que busca un ambiente de respeto por el otro, busca la posibilidad de intervenir en las organizaciones en las cuales trabaja, los “Y” tienen la necesidad de participar. Aparentemente esto se lograría en empresas más pequeñas, ya que existe menor burocracia y niveles jerárquicos.
Creo que en definitiva lo que comparten estas personas son valores positivos, una nueva mirada sobre la vida, facilidad de adaptarse al cambio, a las nuevas tecnologías, considerando además los orígenes y las antiguas formas de hacer las cosas. En cuanto a lo laboral podríamos describir una máxima que prima sobre las personas que viven en esta generación “trabajar para vivir, no vivir para trabajar”.

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